Producción de una manta verde reforzada para el control de la erosión
En la línea de ensamblaje de nuestro taller, las esteras reforzadas se producen de forma estandarizada y ordenada. Cada proceso se cumple estrictamente, lo cual refleja nuestro compromiso con la seguridad de la producción y la búsqueda de una mayor calidad.
Las mallas reforzadas para control de erosión presentan características distintivas. Están fabricadas con alambres de acero de bajo carbono y alta resistencia, y se tejen mediante procesos especiales. La superficie de la malla es plana y la estructura estable. Su principal ventaja reside en su excelente capacidad de refuerzo, que dispersa eficazmente las fuerzas externas y mejora la capacidad de carga estructural general. Además, ofrecen una buena resistencia a la corrosión. Gracias a tratamientos como la galvanización, pueden utilizarse durante mucho tiempo en ambientes húmedos, ácidos y alcalinos. Además, presentan una buena permeabilidad al agua, lo que permite un flujo fluido, evitando la presión adicional sobre la estructura debido a la acumulación de agua. Su construcción es práctica, permitiendo cortes y empalmes según las necesidades.

Gracias a estas características, las esteras de control reforzadas tienen amplias aplicaciones. En proyectos de conservación de agua, a menudo se utilizan para esteras reforzadas de riberas y refuerzo de presas para salvaguardar la seguridad de las instalaciones de conservación de agua; en la construcción de transporte, se pueden utilizar para el refuerzo de la subrasante de carreteras y ferrocarriles para mejorar la estabilidad de la carretera; en la gobernanza de minas, pueden reforzar pendientes para prevenir deslizamientos de montañas; y también se pueden aplicar en muros de contención de paisajes en proyectos de paisajismo, proporcionando un soporte estructural confiable para diversos proyectos.
