Fibra de polipropileno para hormigón: reduce grietas y prolonga la vida útil

En el campo de la ingeniería de la construcción, las grietas en el hormigón y la degradación de su vida útil han sido durante mucho tiempo los principales problemas que han afectado a la industria. Las grietas no solo afectan la estética de la estructura, sino que también pueden causar problemas en cadena como fugas y corrosión, lo que conlleva un aumento significativo en los costos de mantenimiento e incluso acorta la vida útil del edificio. Sin embargo, la aparición de las fibras de polipropileno (PP) para hormigón se ha convertido en el material clave para resolver este problema, gracias a su excepcional rendimiento de "reducción del 70% de las grietas y prolongación de la vida útil en 5 años", y está impulsando una revolución en la durabilidad en el sector global de la infraestructura.

La formación de grietas en el hormigón se debe esencialmente a la discrepancia entre la tensión de contracción y la resistencia a la tracción durante el proceso de endurecimiento. Las fibras de polipropileno inhiben la formación de grietas desde su origen mediante tres mecanismos principales:

◆Soporte tridimensional: El diámetro de las fibras es de 15-50 μm y la longitud de 6-50 mm. Se dispersan uniformemente en el hormigón para formar una "estructura microscópica", proporcionando soporte a la tensión de tracción durante la retracción por hidratación del cemento, previniendo así la formación y expansión de pequeñas grietas.

◆Unión de interfaz mejorada: Las fibras de polipropileno modificadas con nanotecnología tienen un aumento del 40% en la adhesión a la matriz de cemento, transfiriendo eficazmente la tensión y evitando la generación de grietas debido a la separación de la interfaz, especialmente adecuado para hormigón de gran volumen, componentes de paredes delgadas, etc., propensos al agrietamiento.

◆Sinergia antifiltración y anticongelación: Las fibras de polipropileno (macrofibra de PP, microfibra de PP) rellenan los poros capilares del hormigón, aumentando la densidad y, además de reducir la aparición de grietas, elevando el grado de antifiltración por encima de P8. Mantienen su estabilidad estructural incluso en ciclos de congelación-descongelación de -40 °C o en condiciones de alta temperatura de 50 °C, lo que reduce aún más el riesgo de grietas.